¡Trabajando en equipo todos somos “ganadores”!
🌍 Trabajar con un equipo internacional es uno de los retos actuales: saber escuchar, saber sumar, saber respetar, saber consensuar, saber renunciar… Nos han enseñado muchos conocimientos a lo largo de nuestra vida, básicamente conocimientos técnicos y, con total seguridad, el éxito personal y profesional -para mí- está basado en saber trabajar en equipo.
Soy consciente de que es una afirmación muy contundente. Me encantaría conocer vuestra opinión al respecto.
🌍 Para reforzar la importancia del trabajo en equipo, quiero compartir con vosotros mi última experiencia con equipos de formadores internacionales.
Cuando un cliente, en España, nos pide un proyecto que será exportado a países europeos, nuestra responsabilidad es todavía mayor. Se trata de adecuar estrategia, contenidos y dinámicas a diferentes públicos y a diferentes culturas. Más allá de que la empresa sea la misma, cada delegación europea tiene una forma de pensar, trabajar y ejecutar diferente. Y, por ello, “el reto es más reto”.
🌍 En estos dos últimos meses estoy trabajando con un fantástico equipo de formadores internacionales para una empresa multinacional.
El proyecto europeo en el que estamos trabajando tiene su origen en España, lo que implica que la investigación previa para configurar la formación a nivel Europa debe ser extrapolable a diferentes idiomas. Ello implica imágenes universales (sin textos), creatividad “exportable”, estructuras transversales. Todo está pensado, desde el primer momento para ser adaptado a diferentes idiomas y diferentes culturas.
¿Cómo mantenemos la esencia de la formación?
Todos los formadores del equipo nos aseguramos cumplir los objetivos definidos para el programa: mismos materiales, mismos recursos técnicos, misma estructura…
¿Qué aporta cada formador del equipo al proyecto?
Experiencia, empatía, respeto, conocimientos culturales y corporativos, asertividad, creatividad…
Desde mi punto de vista, la clave del éxito en proyectos internacionales es confiar en el equipo, ofrecer las pautas básicas para que cada persona se sienta “libre” en la ejecución.
Cuando me he sentido “encorsetada”, la incomodidad en la ejecución me ha impedido dar lo mejor de mí misma. Por ello, sugiero, dar indicaciones, sugerir parámetros, sin imponer y permitiendo lo que me gusta llamar “flexibilidad personal”: cada formador deberá envolver su formación con su personalidad, su carisma y su estilo comunicativo.
¡Trabajando en equipo todos somos “ganadores”!
Soy consciente de que es una afirmación muy contundente. Me encantaría conocer vuestra opinión al respecto.
🌍 Para reforzar la importancia del trabajo en equipo, quiero compartir con vosotros mi última experiencia con equipos de formadores internacionales.
Cuando un cliente, en España, nos pide un proyecto que será exportado a países europeos, nuestra responsabilidad es todavía mayor. Se trata de adecuar estrategia, contenidos y dinámicas a diferentes públicos y a diferentes culturas. Más allá de que la empresa sea la misma, cada delegación europea tiene una forma de pensar, trabajar y ejecutar diferente. Y, por ello, “el reto es más reto”.
🌍 En estos dos últimos meses estoy trabajando con un fantástico equipo de formadores internacionales para una empresa multinacional.
El proyecto europeo en el que estamos trabajando tiene su origen en España, lo que implica que la investigación previa para configurar la formación a nivel Europa debe ser extrapolable a diferentes idiomas. Ello implica imágenes universales (sin textos), creatividad “exportable”, estructuras transversales. Todo está pensado, desde el primer momento para ser adaptado a diferentes idiomas y diferentes culturas.
¿Cómo mantenemos la esencia de la formación?
Todos los formadores del equipo nos aseguramos cumplir los objetivos definidos para el programa: mismos materiales, mismos recursos técnicos, misma estructura…
¿Qué aporta cada formador del equipo al proyecto?
Experiencia, empatía, respeto, conocimientos culturales y corporativos, asertividad, creatividad…
Desde mi punto de vista, la clave del éxito en proyectos internacionales es confiar en el equipo, ofrecer las pautas básicas para que cada persona se sienta “libre” en la ejecución.
Cuando me he sentido “encorsetada”, la incomodidad en la ejecución me ha impedido dar lo mejor de mí misma. Por ello, sugiero, dar indicaciones, sugerir parámetros, sin imponer y permitiendo lo que me gusta llamar “flexibilidad personal”: cada formador deberá envolver su formación con su personalidad, su carisma y su estilo comunicativo.
¡Trabajando en equipo todos somos “ganadores”!
#FormacióndeFormadores
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