“Recuerde que no basta con decir una cosa correcta en el lugar correcto, es mejor todavía pensar en no decir algo incorrecto en un momento tentador.» Benjamin Franklin
Para decidir qué comunicar, debo pensar siempre en el público de mi ponencia. Como conozco quiénes son porque me he informado previamente, sé cuáles son sus necesidades e intereses y puedo adaptar mis mensajes a ellos. Voy a seleccionar tres ideas principales que enriquecerán a mi público. Si conozco bien el tema, debería poder transmitirles mucho más… Claro que sí. Yo puedo llenarles la cabeza de miles de ideas y al final… ¡no recordarán nada! O puedo preseleccionar tres ideas –como máximo- y comunicarlas con fuerza, con entusiasmo, y conseguir que las interioricen y las recuerden para siempre. ¿Qué prefieres?
A estas tres ideas que hemos seleccionado las llamaremos HUELLAS.
Nuestras tres huellas serán los tres capítulos a desarrollar en nuestra ponencia.