¿Somos conscientes de qué comunicamos al saludar con las manos?
Cada uno de nosotros tenemos una forma diferente y personalizada de dar la mano.
¿Qué mensaje estamos lanzando a nuestro interlocutor al tenderle la mano para recibirle?
Nuestras manos hablan
De forma inconsciente, nuestro saludo «habla»:
- Cuando nos acercamos a una persona que nos gusta, con la que sintonizamos, nuestra mano es más amigable, más flexible y más acogedora.
- Cuando la persona a la que saludamos nos intimida, incluso la inclinación de nuestra mano cambia y tendemos a girar la palma de la mano hacia arriba, dejándonos «dominar»…
- Cuando nos sentimos más poderosos, más fuertes, más enérgicos, nuestra mano gana protagonismo y lidera el saludo. ¿Cómo? Nuestra mano está firme, segura y con la palma ligeramente inclinada hacia abajo.
Te invito a ver este vídeo y a encontrar las 2 claves de un saludo seguro y asertivo.
El cuerpo influye en la mente
Como dice Amy Cuddy,-psicóloga social estadounidense experta en lenguaje no verbal- la mente influye en el cuerpo y viceversa.
En su charla de TED titulada “The body shapes who you are” /”El cuerpo da forma a quién eres”, Amy Cuddy nos demuestra el poder de nuestras manos, nuestros brazos, nuestra postura… nuestros gestos influyen en los demás y principalmente, influyen en nosotros mismos.
- Un gesto de fuerza nos hace sentir fuertes.
- Una cabeza inclinada hacia abajo nos hace sentir inseguros
- Una mano débil nos hace sentir inferiores
- Unas manos firmes, una sonrisa y una mirada a la persona que saludamos nos ayudan a generar confianza.
Si queremos cambiar nuestro saludo para causar una mejor impresión, podemos hacerlo. Si queremos comunicar fortaleza, seguridad, liderazgo, también podemos conseguirlo siendo conscientes de qué comunican nuestras manos: la inclinación, la fuerza del saludo, la duración, la distancia…
Depende de nosotros positivar nuestra comunicación y dirigir nuestros mensajes, influyendo empáticamente en los demás.
A partir de ahora, descubrirás quién hay detrás de cada saludo y cómo gestionar mejor la primera impresión.
Resignificar el saludo para ser conscientes de nuestra comunicación: ¡ésta es mi propuesta para hoy!