Pastora Soler, Joaquín Sabina…

Pastora Soler, representante española en el Festival de Eurovisión en la edición de 2012 ha abandonado los escenarios después de 20 años. Pastora ha comunicado vía facebook que tiene miedo escénico.

Joaquín Sabina se disculpó ayer sábado 13 de diciembre en el Palacio de Deportes de Madrid, ante más de 10.000 personas, tras comentar que no podía continuar con su actuación. Se sentía nervioso, indispuesto y triste.

¿Qué es el miedo escénico?

Miedo escénico

El miedo escénico es una falta de confianza en uno mismo, un temor a no cumplir las expectativas de nuestro público. A un lado, se colocan los más de 20 años de experiencia de un artista –Pastora Soler o Joaquín Sabina- y los cientos/miles de conciertos y apariciones públicas… En ese momento, cuando el miedo escénico te invade, solo sientes que no estás capacitado para tu función principal, en este caso, ¡cantar! El mundo se transforma ante ti y quien hasta ahora era tu amigo, el público, ahora es “tu enemigo”. Sientes terror a cometer un error, a no estar a la altura de las circunstancias, a defraudar a tus fans… y ese diálogo interno acaba superándote.

Sí, el miedo escénico es un diálogo interno. Tu “otro yo” te está diciendo que no estás preparada, que no vas a superar la prueba, que no debes estar allí, que no, que no… y ese diálogo mental, acaba teniendo unas manifestaciones físicas que transforma la ansiedad en síntomas coma mayor ritmo cardíaco, exceso de sudoración, y sensación de malestar. Y todo ello, puede desembocar en tartamudeo, temblor de manos y piernas, olvido del mensaje, mareo e incluso desmayo, como le ocurrió a la cantante Pastor Soler en su actuación en Sevilla el 8 de marzo de este año.

¿Es posible que el miedo escénico aparezca de repente?

Todos hemos sentido en algún momento de nuestra vida que perdemos nuestra autoconfianza. Junto al diálogo interno mencionado, en algunas ocasiones puede producirse algún comentario externo que nos afecta y bloquea emocionalmente. Personas que, sin afán de herirnos, lanzan un comentario negativo sobre nosotros, nos comentan con sinceridad máxima que no les ha gustado nuestra conferencia, nuestra clase o nuestra vestimenta en un acto público… que no hemos cumplido sus expectativas. Lógicamente, sentimos en nuestro interior un “golpecito” provocado por nuestra dependencia emocional hacia los demás.

Sí, Dependencia Emocional significa que queremos gustar a quienes nos rodean, que la opinión de los demás nos importa. Por supuesto, vivimos en sociedad y es importante estar en armonía con las personas con quienes compartimos nuestra vida. Sin embargo, nuestra autoestima no puede fluctuar en base a un comentario externo o a una reacción externa o, peor aún, en base a anticipar hechos negativos que probablemente no van a ocurrir. Sí, muchas veces, nuestro miedo escénico es infundado. Somos nosotros mismos el origen, como hemos comentado.

El miedo escénico puede aparecer en cualquier momento si nosotros estamos viviendo una etapa emocional difícil. Si somos incapaces de gestionar el estrés y de ver las cosas de forma objetiva. Si nos dejamos “arrastrar” por el día a día, sin detenernos a reflexionar, a valorar lo que estamos consiguiendo. Si la impaciencia nos invade, si nuestra ambición es desmesurada…

¿Qué hacer para combatir el miedo escénico?

A todos nos encantaría disponer de una fórmula secreta para aplicar en momentos de miedo escénico.

cropped-libro1.jpg

Por supuesto es muy importante la Preparación. El miedo escénico aumenta de forma inversamente proporcional a la preparación. Si nos hemos preparado la charla, la conferencia, el discurso, la canción… nos sentimos interiormente con derecho a triunfar.

En caso contrario, la duda y la inseguridad nos acompañan. Porque improvisar es mucho más difícil. En el caso de artistas como Pastora Soler o Joaquín Sabina, por supuesto conocen perfectamente la letra de sus canciones, tiene una predisposición positiva hacia su público, quiere agradarles, quiere cumplir sus expectativas…

Cuando nos referimos a miedo escénico estamos hablando de parálisis, de bloqueo. Sentir nervios, “mariposas” en el estómago, una inyección de adrenalina en todo tu cuerpo es positivo porque te ayuda a dar lo mejor de ti mismo. Sentir miedo escénico no es positivo porque te paraliza y te impide desempeñar tu función.

Cuando hablamos de  PREPARACIÓN, No nos referimos a un concepto mucho más amplio. Cuando una artista se enfrenta a un escenario es como cuando un ponente tiene que hacer una conferencia o cuando un profesional debe dirigir una reunión. En los tres casos: el artista, el ponente o el profesional son líderes respecto a una situación y respecto a un público. Y por tanto deben prepararse cómo liderar en ese momento.

Vamos a definir 3 Pasos Creativos para Prepararnos en situaciones donde debemos dirigirnos a un público:

  1. Actitud Positiva: Cuando estoy en un escenario tengo que hablarme mentalmente en positivo. Estar dispuesta a entregarme al máximo. Mostrar entusiasmo por compartir mis conocimientos y mi tiempo con mi público. Tener una actitud humilde y a la vez estar segura de mis capacidades. Generar confianza a los demás. Y sentir confianza en mí misma. Es un momento gratificante y debo prepararme para disfrutar y hacer disfrutar a mi audiencia. Y por supuesto, mostrar una sonrisa al público que denote que es un momento importante para nosotros y que estamos pasándolo bien.
  2. Conocer a mi público: cada actuación es diferente porque el público es diferente. Si Pastora Soler actúa en Sevilla, en Málaga o en Barcelona, sabe que la gente la “siente” diferente y seguro de que ella sabe adaptarse a ese entorno diferente. Si damos una conferencia en una empresa, en una Universidad o en un Congreso, nuestro público será diferente y debo conocerlo a priori.
  3. Creatividad: elemento imprescindible para afrontar el momento de forma adecuada y lógica. Sin estrés, sin dependencia emocional extrema, sin miedo a los cambios, sin perder autoestima ante posibles incidencias. Aceptando que podemos equivocarnos y que también podemos reconocer el error públicamente.

Por ejemplo, ¿qué podemos hacer si nos olvidamos un trozo de canción? Entre todos los lectores seguro que podemos trabajar múltiples posibilidades. Aquí os presentamos un ejemplo: ¿Por qué no decirle al público que nos ayude con la canción? ¿Se sentiría el público contento al poder participar? ¡Claro que sí! En el ámbito profesional, cuando perdemos el hilo de nuestra presentación, recurrimos a nuestro guión, bebemos agua para concentrarnos nuevamente, hacemos una respiración profunda o simplemente, pedimos ayuda al público, que estará encantado de sernos útil…

Otra oportunidad que tiene el artista ante su público, es explicar alguna anécdota o historia que recientemente haya vivido en esa ciudad. Las historias personales cautivan al interlocutor porque nos hace experimentar en nuestro propio cerebro una vivencia ajena. En el caso de Sabina, se sinceró con su público, pidió ayuda a sus músicos, y se esforzó por continuar…

¿Podemos hacer más cosas creativas? Como hemos dicho, el artista es un líder en el momento de actuar. El público le sigue si actúa empáticamente. Imaginaros una cantante que invita a dos personas del público a subir al escenario. Sería un momento “mágico”. La artista estaría reforzando la autoestima de esas dos personas y a la vez reforzaría la suya propia. Ambas partes están disfrutando de ese momento. Un momento improvisado, sorprendente y creativo.

En alguna conferencia, seguro que hemos sido invitados a hacer alguna pregunta al ponente. En estos casos, el ponente gana credibilidad. Nos está aportando valor adicional dando solución a preguntas concretas que queremos plantearle.

Recordar estos tres Pasos Creativos nos ayudará a enfrentarnos a situaciones nuevas con mayor energía. Estamos seguros de que Pastora Soler es una gran profesional y una gran persona, como lo reflejan sus comentarios hacia sus fans transmitidos vía las redes sociales. Y también sabemos que Joaquín Sabina quiere reencontrarse con su público el próximo martes.

Los fans tienen que entenderlo y transmitirles su energía positiva para seguir adelante.

Todos podemos sentirnos más débiles emocionalmente en algún momento de nuestras vidas y perder la confianza en nosotros mismos. Lo más importante es seguir levantándonos, seguir luchando y transformar ese momento en una oportunidad para seguir mejorando.