Asertividad es una palabra que expresa una predisposición positiva a establecer y mantener unas relaciones constructivas, unas relaciones ganar-ganar, donde todas las personas que participan en una conversación consigan un beneficio.
La Asertividad defiende nuestro derecho a opinar diferente, a expresar una visión opuesta a nuestro interlocutor. Ello no significa que estemos en contra de la otra persona. Simplemente no compartimos sus mismos pensamientos y queremos que nuestra voz también sea escuchada y respetada. En la mayoría de los casos, ni tan solo queremos convencer a nadie, simplemente expresarnos…
Para que la Asertividad sea completa, por supuesto deberemos también respetar a la otra persona, sin mostrar agresividad en nuestra comunicación, verbal o no verbal. Gestionar nuestro lenguaje corporal y nuestro tono de voz será clave para establecer una buena relación con nuestro interlocutor. La Asertividad consiste precisamente en respetarnos de manera bidireccional.
¿Soy Asertivo?
Nos han enseñado desde pequeños a no alzar la voz, a no ser agresivos, a no interrumpir a las personas cuando hablan… en cambio, en muchas ocasiones, casi de forma subconsciente, permitimos que sean los demás los que incumplan estas “reglas” y nos dejamos “amedrantar” por los demás, quizá porque tienen una jerarquía superior a la nuestra o porque sencillamente nos sentimos inferiores a ellos.
Siempre digo en mis formaciones, que la Asertividad es un reto continuo en nuestra Comunicación. Cuando opinamos diferente, el mero hecho de manifestarlo nos da dignidad, nos sitúa al mismo nivel que la otra persona, siempre y cuando lo expresemos con empatía, sin herir sentimientos. Cuando además, queremos influir en la otra persona para cambiar su opinión, en ese momento empieza el juego de la Comunicación, donde aplicaremos todas las técnicas a nuestro alcance para “seducir”, convencer, y argumentar el porqué de nuestra visión.
¿Penalizamos la Asertividad?
“Tu poder personal determina tu asertividad. Atrévete a ampliar tu área asertiva y a levantar tu voz”- son palabras de Adam Galinsky, profesor de Negociación en la Escuela de Colombia.
Este profesor nos anima a defender nuestros intereses y a no adoptar una actitud “sumisa” que pueda perjudicar nuestra autoestima y también nuestros intereses personales y profesionales. “¿Puedo corregir a mi jefe?”, pregunta Galinsky en su charla Ted realizada recientemente en Nueva York. Este Profesor nos indica que nuestra área de Asertividad es variable, que necesitamos desarrollarla, hacerla crecer para ganar mayor poder como personas.
La sociedad tiene unas normas no escritas que en ocasiones penalizan a quienes se atreven a cuestionarlas. Afortunadamente, cada vez más empresas están abiertas al diálogo y cada vez más directivos y líderes escuchan a su gente y les invitan a expresar sus ideas y a defender sus opiniones y discrepancias.
Comunicación respetuosa bidireccional
La Asertividad implica mostrar respeto hacia nuestro interlocutor y mostrar respeto hacia nosotros mismos cuando nos comunicamos. Son dos requisitos que debemos exigirnos para mantener una comunicación sana, ¡desde el punto de vista emocional!.